Ocurrió en San Clemente del Tuyú. El hombre se recupera del golpe, pero no de la sorpresa de la desición que tomó: -Me sorprende que sea trolo.- dijo.
Un hombre que discutió con otro por un sorete de un perro en su vereda, recibió un fuerte palazo que lo desmayo. Al recuperarse, había perdido la memoria, pero parcialmente: recordaba a su mujer, su auto, y la casa en la que vivia. Pero la sorpresa vino a la noche, cuando aún convaleciente y arropado en su cama, sintió la presión de un tarugo de carne sobre sus nalgas. Apresuradamente se levantó: -Fue una sorpresa. Al principio me confundió mucho ver semejante longaniza colgando de mi mujer, pero luego me acodé que soy puto.- relató el hombre. -Esto explica muchas cosas, sobre todo, por que me duele tanto el orto.-
El hombre tiene las encias desgastadas en la base de los dientes, producto de la succión de miembros constantes a la que fué sometido por su actual pareja a la que no recordaba. |
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