Un hombre no leyó las condiciones de contratación de una APP que bajó y entre las cláusulas explicitaba que debía prestarse para una subrogación de ano. No existe jurisprudencia al respecto y la justicia no le da respuestas.
-"Mi hijo esta atemorizado, no quiere salir de casa y ni hablar de agarrar el teléfono. De hecho, lo rompió a golpes con uno de los consoladores que se olvidaron los tipos que vinieron."- relató la mujer, desconsolada y desconsoladorada, ya que el implemento planeaba utilizarlo sobre sí misma, y ahora le quedaron astillas de vidrio de la pantalla del móvil que el pelotudo del hijo rompió y quedó inutilizable: -"Igual todo esto le pasó por pajero. Andar bajándose esos juegos donde le meten cosas en el ojete a un muñequito animado es de "enfermito". Encima el muñequito se puede personalizar y le había puesto al cara de Jorge Lanata. Creo que la consecuencia es un poco extrema, pero se lo merece. Lo único que pido es que la justicia actúe para que aunque sea me cubran el psicólogo, porque lo tengo al pelotudo este acá en casa con miedo y tiene que ir a laburar porque lo rajan y yo jeropas no mantengo."- dijo la madre.
Un sujeto que se bajó un jueguito "erótico" debió prestarse para que se lo garchen en nombre de un tercero, luego de haber aceptado terminos y condiciones poco claros de la aplicación que se bajó: -Yo le dí a todo que si, como se hace regularmente con los I AGREE. Pero entre las clausulas decía que bajo ciertas condiciones, me harian garchar en nombre de un tercero. Eso yo no lo leí y el sábado me cayeron 2 tipos, con el contrato firmado en la mano y me rompieron el orto.- dijo el hombre que aún no cae en la cuenta de como fué que le sucedió esto.
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